Artículo tomado del por Laudato Si’ Movement
Intención mensual
Le vigilaban de cerca” (Lc 14,1)
Escuchar el clamor de la creación
Escuchar el canto de la creación
Historia de conversión ecológica
Santo inspirador
Círculos Laudato Si’
Tiempo de la Creación 2022
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Intención mensual Agosto 2022
Alabar a Dios por el don de la biodiversidad y rezar por su conservación
“Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje” (LS 33).
Oración por las especies extinguidas
Señor Dios, Creador nuestro todas las formas de vida que existen en nuestra hermana madre tierra provienen de tus manos. Nos creaste en la diversidad de géneros y especies dando a cada una de Tus criaturas una marca única y singular. Te alabamos, oh Padre, con todas Tus cria – turas. ¡Te alabamos, Señor, por la biodiversidad!
Cada especie contribuye, a su manera a ofrecer a la humanidad, gratuitamente, los servicios ecosistémicos que embellecen, dignifican y llenan de co – lores y sentido la vida humana.
Sin embargo, hoy vemos que la diversidad de la vida en nuestra casa común está ame – nazada, y que la acción humana a lo largo de la his – toria ha acelerado drásticamente el ritmo de ex – tinción de las especies, que ha aumentado hasta 1.000 veces las ta – sas naturales.
Inspirados por el Papa Francisco, quere – mos reafirmar: “No tenemos ese derecho” (LS 33).
Queremos convertir el clamor de la tierra y el clamor de los pobres en nuestro clamor. Enséñanos, Señor, a cuidar la creación. Inspíranos a comprometernos y a empren – der acciones concretas para proteger y conservar todas las espe – cies de nuestro planeta. Por Cristo, tu Hijo y hermano nuestro. Amén.
Originalmente escrita en portugués por Fray Wellington Buarque, OFM, Animador Laudato Si’. Pernambuco, Brasil.
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Le vigilaban de cerca” (Lc 14,1)
Fr. Makagutu OFMCap
Al igual que los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver lo que hacía en el día de reposo, la siguiente generación ha puesto sus ojos en nosotros para ver si realmente nos preocupamos por la pérdida de biodiversidad que lleva a la extinción de especies que, según los científicos, está en su punto álgido en este siglo y cómo estamos respondiendo a los peligros de esta pérdida. ¿Mantenemos conscientemente el ecosistema en constante observación para frenar la pérdida de biodiversidad?
En Laudato Si’, el Papa Francisco nos recuerda los graves efectos del daño causado por el hombre a la biodiversidad: “Por nuestra culpa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su sola existencia, ni nos transmitirán su mensaje” (LS 33). Esto nos lleva a nuestra segunda pregunta de reflexión: ¿De qué manera eres responsable de la pérdida de biodiversidad?
La lectura del Evangelio habla de cómo consideramos a los pobres en la sociedad al no invitarlos a participar en funciones porque no tienen nada que ofrecer a cambio (Lc 14:12). Esto puede compararse con la forma en que tratamos la biodiversidad, que “se considera a lo sumo un depósito de recursos económicos disponibles para la explotación, sin pensar seriamente en el valor real de las cosas, su significado para las personas y las culturas, o las preocupaciones y necesidades de los pobres” (LS 190). Los pobres, las comunidades indígenas y los vulnerables son los más afectados por la pérdida de biodiversidad.
Desde hace tiempo, la labor de llevar Laudato Si’ a la vida ha encontrado obstáculos en África, sobre todo debido a la falta de conocimiento de este documento papal. El clamor de la naturaleza ha llegado por fin a los oídos de los obispos católicos de África oriental. La Asociación de Miembros de las Conferencias Episcopales de África Oriental (AMECEA), durante su 20a sesión plenaria, celebrada entre el 11 y el 17 de julio de 2022, ha elegido Laudato Si’ como tema de esta reunión con el fin de conducir a la humanidad hacia el cuidado de la creación.
Cuidar la creación requiere ser un humilde administrador, virtud a la que se refiere el texto evangélico cuando habla de cómo debemos elegir nuestros lugares de asiento cuando se nos invita a eventos. Muchos en el universo han olvidado que el mandamiento de la mayordomía estaba destinado a que la humanidad fuera humilde y fiel cuidadora de la creación de Dios, y en cambio se han sentido con derecho a saquear la naturaleza, lo que ha llevado a la pérdida de la biodiversidad. Que recordemos siempre las palabras de Greta Thunberg durante la Cumbre de Acción Climática de la ONU en Nueva York, “mi mensaje es que os estaremos vigilando”.
Vea esta reflexión en vídeo aquí:
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Escuchar el clamor de la creación
Kibera es el mayor barrio marginal de África, el segundo del mundo, y está situado en Nairobi, Kenia. Las condiciones de vida son míseras, el desempleo es máximo, la delincuencia es galopante y la pobreza es la canción que se oye y se ve en cada persona que se encuentra.
La barriada cuenta con un sistema de alcantarillado abierto, servicios públicos pobres o inexistentes, una población joven crédula y susceptible de ser manipulada por los políticos, y un descuido general del medio ambiente: la tierra, el agua y el aire.
Kibera es un verdadero clamor de los pobres y de la tierra. Es un lugar que llama a todas las personas a abrir los ojos y a actuar para reducir el sufrimiento de nuestra madre tierra y de su gente.
Durante las celebraciones del Tiempo de la Creación de este año, el Movimiento Laudato Si’ – África se unirá a la gente de Kibera organizando un servicio de oración en el lugar para resaltar la difícil situación de la creación de Dios. El encuentro de oración también marcará el inicio de la peregrinación de más de 200 kilómetros desde Kibera hasta la cima del Kilimanjaro, para llamar la atención de la COP27 en Egipto, El Cairo, sobre el sufrimiento de los más vulnerables de Dios.
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Escuchar el canto de la creación
Por Hno. Benedict Ayodi, OFMCap
Situado en Tanzania, el Monte Kilimanjaro es la montaña más alta de África, con unos 5.895 metros. Es la mayor elevación montañosa independiente del mundo, lo que significa que no forma parte de una cordillera.
El Kilimanjaro, también llamado estratovolcán (término que designa a un volcán muy grande formado por ceniza, lava y roca), está formado por tres conos: Kibo, Mawenzi y Shira. El Kibo es la cumbre de la montaña y la más alta de las tres formaciones volcánicas. Mientras que el Mawenzi y el Shira están extinguidos, el Kibo está inactivo y podría volver a entrar en erupción.
Los científicos calculan que la última vez que entró en erupción fue hace 360.000 años. El punto más alto del borde del cráter del Kibo se llama Uhuru, la palabra swahili para “libertad”. La montaña también es conocida por su pico nevado; sin embargo, los científicos advierten que la nieve podría desaparecer en los próximos 20 años aproximadamente.
El monte Kilimanjaro se ha formado por erupciones volcánicas en los últimos tres millones de años, dando lugar al Shira, el Mawenzi y el pico más alto, el Kibo. Al igual que otras montañas tropicales, el Monte Kilimanjaro alberga una espectacular secuencia de ecosistemas naturales: desde la sabana caliente de las tierras bajas, pasando por un cinturón de densos bosques submontanos y nubosos, hasta la vegetación arbustiva afroalpina con plantas de aspecto fabuloso.
Debido al fuerte gradiente climático que se da en las montañas tropicales, hay un gran recambio de especies, lo que las convierte en los centros de biodiversidad del planeta. De hecho, no hay ningún lugar en el mundo donde se encuentre una mayor densidad de especies que en las regiones montañosas tropicales.
Las plantas, los animales y los microbios de las regiones montañosas tropicales mantienen una gran variedad de funciones de los ecosistemas, como la retención de agua, el ciclo de los nutrientes, el almacenamiento de carbono y la polinización, de las que también se benefician mucho las sociedades humanas, cercanas y lejanas.
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Historia de conversión ecológica
Por Jeanne Ghislaine Nguegoue, Animadora Laudato Si’, Togo
La República Togolesa es un país de África Occidental con una increíble diversidad medioambiental: recursos pesqueros con el único puerto de aguas profundas de la subregión, una importante biodiversidad (fauna y flora), reservas naturales, ecosistemas variados, etc. Sin embargo, estos recursos naturales corren peligro. Los incendios de vegetación siguen siendo un factor ecológico importante para la gestión sostenible de los ecosistemas.
Sin embargo, la falta de una gestión eficaz sigue siendo un obstáculo importante para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico de los ecosistemas tropicales. Si permanecemos como espectadores pasivos ante estos fenómenos, en lugar de servirnos, nos servirán en contra e incluso nos esclavizarán.
Ante la demostrada irresponsabilidad del comportamiento humano, que ha provocado la contaminación del suelo, el aire y el agua, con los consiguientes perjuicios para la salud, es importante que la juventud togolesa experimente una conversión ecológica y se comprometa con acciones que protejan a las generaciones futuras.
Como Animador Laudato Si’, mi conversión personal me lleva a meditar siempre sobre mi carisma y el mensaje de Laudato Si’ y a encontrar continuamente formas de integrar la creación en mi espiritualidad. Por ejemplo, he decidido no pisar nunca un jardín diseñado porque soy consciente de que hay muchos insectos e invertebrados “invisibles” que siempre se pisan y mueren.
Visito a menudo la naturaleza para admirar y nutrirme de la creación de Dios, y he desarrollado un gran amor por las flores. Esto me da paz y alegría para vivir, y puedo ver la mano de Dios en cada criatura y en toda la creación.
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San Agustín
Santo Inspirador
Día de la fiesta: 28 de agosto
Por Christina Bagaglio Slentz
La eco-conversión y San Agustín: Cree lo que ves; conviértete en lo que crees
El inquieto itinerario vital de san Agustín es una historia de “arrebatos”, que se acerca cada vez más a Dios y refleja los valores agustinianos de unidad, verdad y amor caritativo. El camino de Agustín hacia la conversión, sin embargo, no es en absoluto “bonito” y debería darnos a todos la esperanza de que nosotros también -a pesar de todas nuestras imperfecciones- podríamos llegar algún día a la grandeza si nos atrevemos a confiar en nuestra capacidad, concedida por Dios, de llegar a ser lo que todavía no somos.
Aunque muchos están familiarizados con la notoria vida de Agustín antes de su conversión, con vino, mujeres y una serie de tentaciones irresistibles, así como con los esfuerzos de su (verdaderamente) santa madre para rezar por su salvación, el influyente papel de la creación en su formación en la fe es menos conocido, pero podría decirse que sitúa a Agustín como un excelente candidato a santo patrón de los negadores del clima convertidos en ecoespiritualistas.
Como brillante académico, Agustín era intrínsecamente escéptico, lo que no es necesariamente malo. Más bien, su búsqueda desesperada de la verdad y su propensión al cuestionamiento crítico lo impulsaron tenazmente hacia adelante, alimentado por unas expectativas benditamente altas y una demanda insaciable de explicaciones bien razonadas. Al igual que muchos escépticos, la insatisfacción de Agustín con los sistemas de creencias en boga de la época nacía de su deseo más íntimo de creer; anhelaba profundamente respuestas satisfactorias que le aportaran paz.
Lo único que le frenaba era él mismo.
A pesar de su creciente conciencia de la verdad del cristianismo, Agustín admitió abiertamente su falta de voluntad para conceder un principio clave de la fe, rezando al Señor: “Dame la castidad y la continencia, pero todavía no”. Adicto al consumo de placeres, Agustín no podía ver la alegría de adherirse a lo que cada vez más sospechaba que era la verdad que buscaba.
Animado por el compañerismo de los conversos -¿acaso no lo somos todos?-, Agustín “se las arregló con un poco de ayuda de sus amigos” y con una misteriosa voz infantil, que escuchó en un momento de profunda crisis, atrayéndole hacia una línea de la Escritura de San Pablo que amonestaba precisamente el extravío al que Agustín se había aferrado y animaba, más bien, a una vida en Jesucristo. Agustín se rindió.
Tras su conversión y ordenación, Agustín profundizó en el estudio de la creación, adoptando enfoques tanto literales como alegóricos en su interpretación del libro del Génesis. A través de su análisis bíblico y sus observaciones del mundo, Agustín amplió su comprensión de Dios, la Trinidad, el tiempo, la relación entre el cielo y la tierra y la intención de Dios para la humanidad.
Habiendo reconocido que Dios existe fuera del tiempo y, por lo tanto, es inmutable, Agustín concluyó que el tiempo nace del cambio terrenal, que se despliega como resultado de las semillas seminales plantadas en nuestro mundo al principio de la creación, dando posteriormente la oportunidad de nuestro crecimiento, desarrollo y transformación. En este don del tiempo, se nos invita a ver, creer y parecernos más a Dios.
Como Agustín atribuye la creación a la voluntad de Dios -un acto elegido y realizado por la bondad-, este don y esta invitación reflejan el amor de Dios por nosotros y el deseo de que respondamos con amor a cambio. Este posicionamiento eco-espiritual de la creación en el centro de la dinámica de una relación amorosa con Dios sugiere que una vez que Agustín abandonó su visión egocéntrica de una “vida buena”, fue libre de ver la verdadera bondad en todo lo que le rodeaba, material y espiritualmente, y de responder a la llamada amorosa de Dios a la relación y la comunión.
Del mismo modo, cuando nos liberamos de los placeres consumistas que oscurecen nuestra plena visión de Cristo resucitado en todo lo que nos rodea, encontramos una paz interminable en nuestra interconexión espiritual con toda la creación y escapamos de la inquieta e interminable búsqueda de la efímera recompensa terrenal. Por lo tanto, aquellos que luchan con el escepticismo de la devastación ambiental causada por el hombre, bloqueados de ver la verdad en aras de su propia adicción al consumo y a la comodidad material, podrían encontrar en Agustín un modelo a seguir para la promesa de la eco-conversión y la transformación.
Por las veces que elegimos no ver a nuestro Señor Resucitado en toda la creación y no vivimos en unidad con nuestros hermanos y hermanas de nuestra casa común, San Agustín, ruega por nosotros.
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El primer círculo del capítulo de Malawi
Círculos Laudato Si’
Por. Hna. InmaculadaTusingwire MMS, Círculo Laudato Si’, Capítulo de Malawi
Siendo un nuevo Capítulo con Animadores dispersos por todo el país y con un número creciente de miembros que supera los 50, el Capítulo de Malawi inició una conversación sobre si debía iniciar nuevos Círculos. Se identificó la zona geográfica con el mayor número de animadores, y los animadores se entusiasmaron con la idea de reunirse.
El día que se había decidido, siete Animadores Laudato Si’ certificados se reunieron y empezaron el primer Círculo del Capítulo, que se llamó el círculo de San Francisco. Los miembros estaban muy contentos y emocionados de conocerse por fin en persona en el alegre encuentro. Tras la oración y las presentaciones, se repasaron las directrices del movimiento Laudato Si’ y sus valores fundamentales.
A continuación, el grupo entró en una reflexión, discernimiento y discusión sobre la logística del Círculo. Se acordó que el Círculo cubriría el área geográfica de la Diócesis de Lilongwe, celebraría reuniones mensuales, tendría un examen ecológico en cada reunión y discutiría el compromiso de la acción. Como el Círculo está en su fase inicial, sus miembros seguirán leyendo y compartiendo la encíclica Laudato Si’ y el Encuentro mensual Laudato Si’ entre ellos. El grupo también eligió un coordinador y buscará otras funciones de liderazgo según sea necesario.
Como Círculo pionero, los miembros se han comprometido a crecer y a iniciar otros Círculos en diferentes parroquias de la Diócesis. Inspirados por este Círculo pionero, se ha iniciado un proceso en otras dos Diócesis para iniciar Círculos allí. Pertenecer a un Círculo es realmente emocionante y energizante, fortaleciéndonos en nuestro viaje sinodal mientras nos acompañamos mutuamente en el camino de la conversión ecológica.
¡Trae nueva esperanza, nuevo entusiasmo y un nuevo fuego para la acción!
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Nos preparamos para el Tiempo de la Creación
Por primera vez, el Papa Francisco ha publicado con anticipación su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación que se celebra cada 1 de septiembre. Con ella se da comienzo al Tiempo de la Creación, un período ecuménico que une a los cristianos para rezar y tomar acción por la casa común.
¿Qué dice el mensaje? Te lo resumimos en cuatro puntos fundamentales:A time to cultivate our ecological conversion
- Un tiempo para cultivar nuestra conversión ecológica
El Papa define al Tiempo de la Creación como “una oportunidad para cultivar nuestra ‘conversión ecológica’, recordando este concepto alentado por san Juan Pablo II como respuesta a la ‘catástrofe ecológica’ anunciada por san Pablo VI ya en 1970.De este modo, convoca a todos los cristianos durante este tiempo a “rezar en la gran catedral de la creación, disfrutando del ‘grandioso coro cósmico’ de innumerables criaturas que cantan alabanzas a Dios”.Sweet song and bitter cry
Las personas de fe, dice el Papa, “sentimos la responsabilidad de actuar, en nuestro comportamiento diario, en consonancia con esta necesidad de conversión, que no es sólo individual sino también comunitaria”.
- Dulce canto y amargo grito
Al escuchar a la creación, Francisco menciona que existe una “especie de disonancia”: “Por un lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano”.
“Al respecto, el Director Ejecutivo del Movimiento Laudato Si’, Tomás Insua, mencionó: “El dulce canto de la creación se mezcla con su amargo grito, tal como lo demuestra la intensa ola de calor que se vive en buena parte del hemisferio norte y que ha matado ya, solo en España y Portugal, a más de 1000 personas o ha dejado sin agua a 5 millones de personas en Monterrey, México”.lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano”.A warning message ahead the COPs
Francisco anima a las personas a detener el consumismo, cambiar los estilos de vida y los sistemas perjudiciales. “Todos los reportes científicos lo demuestran y el Papa lo reafirma: estamos llegando a ‘un punto de quiebre’ y debemos actuar ya. La crisis ya no es una hipótesis de un futuro lejano sino una realidad tangible que se está cobrando vidas humanas”, completó Tomás.
- Un mensaje de alerta ante las COPs
Antes de la COP 27 sobre el clima (Egipto, noviembre 2022) y la COP 15 sobre biodiversidad (Canadá, diciembre 2022) Francisco recuerda en su mensaje la importancia de “impulsar juntos una aplicación efectiva del Acuerdo de París”, como lo ratificó recientemente la Santa Sede.
“Cada momento que pasa es una oportunidad para todos, especialmente para los líderes mundiales, de revertir las crisis de la biodiversidad y del clima. Que la COP 27 traiga consigo compromisos ambiciosos para evitar las emisiones de carbono procedentes de los combustibles fósiles y el apoyo a la transición energética limpia, así como un alivio eficaz para nuestros hermanos y hermanas que ya están dentro de la crisis climática. Que la COP 15 aporte un compromiso firme para acabar con cualquier otro colapso de la biodiversidad”, dijo Lindlyn Moma, Directora de Advocay del Movimiento Laudato Si’.
Y a la comunidad de católicos, el Papa los convoca a la oración: “En este Tiempo de la Creación, recemos para que las cumbres COP27 y COP15 puedan unir a la familia humana para abordar con decisión la doble crisis del clima y la reducción de la biodiversidad”.
- Cuatro principios clave para la biodiversidad
Francisco también aprovecha su mensaje para hacer un llamamiento a las naciones para detener el ulterior colapso de la “red de vida” la biodiversidad, señalando cuatro principios:
- Construir una base ética clara para la transformación que necesitamos a fin de salvar la biodiversidad;
- Luchar contra la pérdida de biodiversidad, apoyar su conservación y recuperación, y satisfacer las necesidades
de las personas de forma sostenible; - Promover la solidaridad global, teniendo en cuenta que la biodiversidad es un bien común global que requiere un compromiso compartido;
- Poner en el centro a las personas en situación de vulnerabilidad, incluidas las más afectadas por la pérdida de biodiversidad, como los pueblos indígenas, las personas mayores y los jóvenes.