Noticia publicada en la web de la Archidiócesis de Madrid el 13 de septiembre de 2021
La Comisión Diocesana de Ecología Integral, en colaboración con la administración diocesana, ha puesto en marcha un proyecto para instalar placas solares en parroquias de la diócesis, generando comunidades solares con los vecinos del entorno. Emilio Chuvieco, miembro de la CDEI al frente de la iniciativa, explica que el objetivo es «promover el uso de fuentes de energía renovables» en las parroquias, en línea con lo que el Papa expresa en la encíclica Laudato si, eliminando de todas sus redes las fuentes de energía fósil.
La fórmula ideada no requiere prácticamente inversión por parte de la parroquia ya que es la empresa de renovables la que se encargará de la instalación de los paneles y de su mantenimiento. La parroquia recibirá la energía y un canon en concepto de alquiler por el uso de sus instalaciones. En virtud de la normativa de autoconsumo fotovoltaico, la energía producida se podrá comercializar también entre las viviendas situadas en un radio de 500 metros de su producción, de modo que la empresa ofrecerá facturas más económicas por ser autoconsumo.
La originalidad del proyecto consiste por tanto en la creación de comunidades solares, explica Chuvieco, con la parroquia como centro de recepción de la energía. Por el momento, el proyecto arrancará con la instalación de paneles en 14 de las más de 20 parroquias que se ofrecieron voluntarias. Son aquellas que cumplen unos requisitos de formatos, orientación y morfología del tejado que hacen posible el óptimo aprovechamiento del sol: aquellas que dan al sur, «sin sombras de los edificios cercanos…», porque, como subraya Chuvieco, de ello depende la rentabilidad de las placas.
Los 14 templos que han entrado en esta primera etapa del proyecto están todos en la periferia de Madrid; se complica la instalación si son céntricos o si la iglesia tiene alguna catalogación histórica, aunque siempre se pueden buscar alternativas, como «colocarlas en lugares donde no se vean».
Este proyecto, en el que la CDEI lleva trabajando dos años –la pandemia, la búsqueda de fórmulas jurídicas aceptables, y contar con empresas y parroquias que quisieran participar lo ha retrasado más de lo previsto–, tiene vocación universal. «La idea es extenderlo a otros lugares, parroquias, colegios, no solo de la diócesis de Madrid, sino también de toda España e incluso del mundo».